HISTORIA

Fundada en 1902. Generación tras generación, la familia de Nicolás Catena Zapata (actualmente la cuarta al frente de la bodega), ha sabido aprovechar al máximo las condiciones geoclimáticas de sus viñedos. La filosofía de vinificación de Nicolás Catena se define como un arte de ensamblaje de fruta que, a pesar de ser de un mismo varietal e incluso de clones idénticos, la particularidad de los microclimas ha llevado a definir con perfiles aromáticos y de sabor ampliamente variados. La bodega ha sido reconocida por su rol pionero en haber hecho resurgir la variedad Malbec y haber aprovechado al máximo los terroirs de altura extrema al pie de los Andes. Hoy en día es la bodega argentina que más exporta al mundo, y que ha obtenido los mayores puntajes y reconocimientos por los críticos especializados.

EL TERRENO

Nicolás Catena Zapata se animó a plantar vides donde nadie más lo había hecho y así comenzó la historia de una de las bodegas más influyentes y exitosas del continente. Con el paso de los años, ha sabido explorar y disfrutar de la influencia de la altitud en la calidad de la fruta. A medida que uno sube la montaña, la temperatura promedio desciende y la aplitud térmica entre el día y la noche aumenta. Esto proporciona el clima perfecto para la maduración adecuada de las uvas, como se puede ver en el Viñedo Adrianna, considerado como el Grand Cru de Sudamérica, que se encuentra ubicado a casi 1.500 msnm. Cada uno de los viñedos de la familia Catena Zapata está dividio en parcelas, en función de su composición de suelo, y se cultivan y cosechan por separado. Con esto se logra extraer la uva en su más auténtica expresión frutal.