Montalcino es un municipio de la provincia de Siena, que se ha caracterizado por ser una de las zonas vitivinícolas italianas que ha atraído más capital de Italia y del mundo en las últimas décadas. Montalcino es reconocido principalmente por la producción del vino Brunello; en esta zona las tierras tienen un bajo rendimiento y requieren que las raíces de las vides (plantas) pasen algunos años incrustándose en la tierra hasta llegar a lo más profundo para conseguir los nutrientes que necesitan.

En el año 1975 el abogado Gabriele Mastrojanni decidió plantar Sangiovese cerca del municipio de Montalcino, haciendo realidad el sueño de su vida de convertirse en dueño de su propia bodega con el objetivo de producir vinos de alta calidad.

Gabriele Mastrojanni plantó varios viñedos a lo largo de su propiedad, cada uno con características geológicas distintas. Aquellos ubicados en el sudeste tienen un suelo compuesto por arcilla y piedra arenisca, mientras que los que se encuentran orientados al sur y suroeste, se componen de piedras calizas debido a su cercanía con un río que atraviesa la propiedad.

Rosso di Montalcino fue una de las creaciones de Mastrojanni que, al diferenciarse de los demás productores vinícolas de la región, decidió utilizar Sangiovese como cepa principal para la producción de este vino. La consistencia y estructura que obtuvo el vino, hizo que se caracterizara como un vino “agraciado, joven y brillante”, debido a la forma que se expresaba en la boca sin importar si era un vino joven o con algunos años de antigüedad. Gracias a este logro, Mastrojanni decidió producir 40,000 botellas de esta referencia, cumpliendo la normativa DOC (Denominación de Origen Controlado) de Montalcino.

Mastrojanni Rosso di Montalcino es un vino que podemos describir como profundo y expresivo, de color rojo rubí con tonos de color púrpura de gran intensidad y viveza. Un vino muy aromático con notas a frutas rojas frescas como ciruela y cereza, y especias que resaltan su juventud. Por último, en boca presenta una entrada intensa, amplia y compleja, con un sabor agradable, taninos sedosos y de final intenso y largo en el paladar.

Este vino es perfecto para maridar platos como una pasta napolitana con la receta tradicional italiana, carnes rojas y cerdos con salsas a base de frutas rojas y frutos negros. Adicional, también puede ser ideal con pizzas que tienen jamones curados, y sobre todo platos con sabores fuertes.

En el 2008, después de que Gabriele Mastrojanni falleció, sus hijos decidieron vender la propiedad a la familia Illy quienes, conociendo la calidad del vino, sintiendo una afinidad total con respecto a la forma de trabajar de ambas familias y buscando la mejor calidad de sus productos, modernizaron los procesos de producción y conservaron la identidad que Gabrielle había impregnado desde sus inicios en sus vinos.